Ferralla – Hierro Armado
Conoce la ferralla y sus especificaciones
¿Qué es?
El hierro armado, conocido comunmente como ferralla, es la combinación de barras corrugadas de varios diámetros, longitudes y formas. Estas barras están unidas entre sí por alambres lisos, trefilados y recocidos o soldadura mig-mag de hilo continuo. Esta combinación de barras es la resultante tras un cálculo aplicando la normativa vigente de la Instrucción Española del Hormigón Estructural (EHE) aprobada en 2008.
¿Para qué se utiliza?
Este tipo de estructuras metálicas que conforman la ferralla se utilizan para reforzar las distintas fases de las estructuras de hormigón que nos rodean, cimentaciones, pilares, forjados, tableros, muros, etc. El hormigón armado por hierro está en edificios de todo tipo, caminos, puentes, presas, túneles, obras industriales, etc.
¿De qué está hecho?
El principal componente del hierro armado o ferralla es el acero corrugado. Se trata de acero laminado en caliente que presenta resaltos o corrugas para mejorar la adherencia con el hormigón. Está dotado de una gran ductilidad para que a la hora de cortar y doblar no sufra daños, lo que aporta seguridad y ahorro energético. (Ver más en Hierro en barras). También se emplean otros materiales secundarios para la constitución del elemento final como alambres recocidos en el caso del hierro atado o hilo de soldar recubierto de cobre en el hierro electro soldado.
Distintas partes que lo forman:
Armadura Principal o Longitudinal: Conjunto de barras que absorbe los esfuerzos externos inducidos en los elementos de hormigón armado.
Armadura Secundaria o Transversal: Conjunto de barras que mantiene la posición de la armadura principal en el hormigón.
Barras de Repartición: Conjunto de barras que mantienen el distanciamiento y el adecuado funcionamiento de las barras principales en las losas de hormigón armado.
Barras de Retracción: Conjunto de barras instaladas en las losas donde la armadura, por flexión tiene un sólo sentido. Reducen y controlar las grietas que se producen debido a la retracción durante el proceso de fraguado del hormigón, y sirven también para resistir los esfuerzos generados por los cambios de temperatura.
Amarra: Barra o alambre individual de mayor o menor longitud, que abraza y confina la armadura longitudinal, doblada en cualquier forma poligonal.
Cerco: Amarra cerrada o doblada continua. Una amarra cerrada puede estar constituida por varios elementos de refuerzo con ganchos sísmicos en cada extremo. Una amarra doblada continua debe tener un gancho sísmico en cada extremo.
Estribo: Armadura abierta o cerrada para resistir esfuerzos de corte y torsión en un elemento estructural; por lo general, barras, alambres o malla electro soldada de alambre, ya sea sin dobleces o doblados en cualquier forma poligonal o circular, y situados perpendicularmente o en ángulo, con respecto a la armadura longitudinal. El término estribo define a la armadura transversal de elementos sujetos a flexión y el término amarra a los que están en elementos sujetos a compresión (Ver Amarra). Si existen esfuerzos de torsión el estribo debe ser cerrado.
Zuncho: Amarra continua enrollada en forma de hélice cilíndrica empleada en elementos sometidos a esfuerzos de compresión que sirven para confinar la armadura longitudinal de una columna y la porción de las barras dobladas de la viga como anclaje en la columna. El espaciamiento libre entre espirales debe ser uniforme y alineado.
Gancho Sísmico: Gancho de un estribo, cerco o traba, con un doblez de 135º y con una extensión de 6 veces el diámetro (pero no menor a 75 mm) que enlaza la armadura longitudinal y se proyecta hacia el interior del estribo o cerco.
Traba: Barra continua con un gancho sísmico en un extremo, y un gancho no menor de 90º, con una extensión mínima de 6 veces el diámetro en el otro extremo. Los ganchos deben enlazar barras longitudinales periféricas. Los ganchos de 90º de dos trabas transversales consecutivas que enlacen las mismas barras longitudinales, deben quedar con los extremos alternados.
Historia:
La invención del hormigón y hierro armado se atribuye al constructor William Wilkinson, que solicitó en 1854 la patente de un sistema que incluía armaduras de hierro para mejorar la construcción de viviendas, almacenes y otros edificios resistentes al fuego. En el 1855 Joseph-Louis Lambot publico el libro «Les bétons agglomerés appliqués á l’art de construire» (Aplicaciones del hormigón al arte de la construcción), en donde patentó su sistema de construcción, expuesto en la exposición mundial en París, el año 1854, el cual consistía en una lancha de remos fabricada de hormigón armado con alambres.
En España, el hormigón armado entra en Cataluña de la mano del ingeniero Francesc Macià con la patente del francés Joseph Monier. Pero la expansión de la nueva técnica se producirá por el empuje comercial de François Hennebique por medio de su concesionario en San Sebastián, Miguel Salaverría y del ingeniero José Eugenio Ribera, entonces destinado en Asturias, que en 1898 construirá los forjados de la cárcel de Oviedo, el tablero del puente de Ciaño y el depósito de aguas de Llanes. El primer edificio de entidad construido con hormigón armado es la fábrica de harinas La Ceres en Bilbao, de 1899-1900 (aún hoy en pie y rehabilitada como viviendas) y el primer puente importante, con arcos de 35 metros de luz, el levantado sobre el Nervión-Ibaizabal en La Peña, para el paso del tranvía de Arratia entre Bilbao y Arrigorriaga (desaparecido en las riadas del año 1983).
Formatos de los elementos:
Hierro corrugado de diferentes diámetros, formatos y longitudes, armado mediante soldadura en unidades independientes o “Elementos”. Cabe la posibilidad de suministrar el hierro atado con alambres en cubiertas u elementos similares para facilitar su colocación gracias a su mayor flexibilidad.
Cada elemento puede tener un Volumen máximo de 2.2*2.2*6m y un peso máximo de 2 ton.
Posibilidad de elaborar elementos de mayores dimensiones y peso, hasta 3*3*16m (Consultar a Dpto. Comercial).
Transporte:
Los pedidos irán compuestos por paquetes de 1.1 ton aproximadamente. Los paquetes irán atados con doble alambre de 5.5 mm para conservar su formato. La descarga de los paquetes se hará siempre con eslingas destinada a este uso.
Puesta a pie de obra de pedidos mínimos de 1 ton hasta 26 ton.
Posibilidad de suministro con camión grúa para autodescarga del mismo.
Plazos de entrega:
72 horas para Galicia y 120 para el resto de la Península
Plazos fuera Península bajo consulta
Modos de facturación:
La facturación del mismo se podrá efectuar de dos modos según elección del cliente:
a) Mediante peso teórico: Este es el peso que reflejarán las “planillas” adjuntadas al albarán, en estas se indica todos los elementos de los que se compone el pedido indicando el peso de los mismos por separado e incluyendo un resumen final de la totalidad de los pesos. Estos resultan de la suma de las unidades métricas de cada diámetro del pedido multiplicadas por el peso en kg. del metro lineal de cada diámetro, los pesos aplicados son los que contempla el BOLETIN ANIFER.
b) Mediante peso real: Este es el peso que figura en los albaranes, resultante de pesar el pedido a su carga en nuestras instalaciones. La medición se realiza con básculas calibradas con sus correspondientes certificaciones periódicas. El peso del pedido suministrado podrá ser comprobado en presencia de nuestros chóferes por el responsable de la obra e incluso aportando Acersa báscula para su medición a pie de obra.